1. Realiza ejercicio con regularidad:
El ejercicio puede mejorar tu estado físico, oxigenar tu mente y liberar tus pensamientos. Lo más importante es elegir una actividad que disfrutes como: caminar, trotar, levantar pesas, o nadar, así podrás mejorar la calidad de vida y aliviar la tensión por el estrés.
¿Empezamos?
2. Sonríe todos los días:
Cada vez que sonreímos nuestro cerebro interpreta que estás contento(a) y libera sustancias como endorfinas, serotonina y otros analgésicos naturales, que ayudan a tener una sensación de bienestar y reducir los niveles de dolor y estrés.
Entonces, ¿Qué esperas? Mírate al espejo y sonríe. Puede que te resulte divertido y te rías contigo mismo.
3. Conéctate con la naturaleza:
Salir al aire libre, pasear por el bosque, conversar con las plantas hará que te sientas desconectado de tus actividades diarias. La naturaleza ofrece una opción efectiva para disminuir los niveles de ansiedad y sentir calma contigo mismo.
¿Alguna vez, has abrazado a un árbol? ¡Pues, sino lo has hecho es el momento de hacerlo! Sentirás mucha paz y tranquilidad.
4. Tómate un descanso:
Descansar lo suficiente cada noche es muy importante, nuestro cuerpo necesita el descanso adecuado para reponerse y sentirse bien al día siguiente. No solo es necesario el descanso del cuerpo sino también el de la mente que a menudo es la culpable del estrés.
¿Duermes lo suficiente por las noches?
5. Consume sustancias naturales como el Magnesio:
El magnesio es un mineral que el cuerpo necesita para mantenerse sano y desarrollar funciones vitales como: regular la función de los músculos y el sistema nervioso.
El magnesio ayuda a regular la actividad de ciertos neurotransmisores en el cerebro, como la serotonina, que desempeña un papel importante en el control del estado de ánimo y la ansiedad.
Aunque no lo creas, la deficiencia del magnesio se debe al estrés que tenemos diariamente.
¿Has consumido magnesio?
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